Blog Estudiantil

Fundamentos de la computación


Produciendo en la Web 2.0

Introducción

Internet es la tecnología decisiva de la era de la información del mismo modo que el motor eléctrico fue el vector de la transformación tecnológica durante la era industrial.

La tecnología de internet en realidad no es algo nuevo. Su antepasada, Arpanet, se desarrolló ya en 1969 (Abbate, 1999). Pero no llegó a los usuarios particulares hasta la década de 1990, cuando el US Commerce Department (Ministerio de Comercio de Estados Unidos) liberalizó su uso.

Internet, en el centro de estas redes de comunicaciones, permite producir, distribuir y utilizar información digitalizada en cualquier formato. Según el estudio publicado por Martin Hilbert en Science en 2010, el 95% de toda la información existente en el planeta está digitalizado y en su mayor parte accesible en internet y otras redes informáticas.

La velocidad y el alcance de la transformación de las comunicaciones como consecuencia de internet y de las redes inalámbricas han suscitado diversidad de consideraciones utópicas y antiutópicas en todo el mundo.

La sociedad red, y la forma de sociabilidad que genera es lo que Rainie y Wellman han definido como individualismo en red. Naturalmente, las tecnologías de red son el medio de esta nueva estructura social y de esta nueva cultura.

Internet también favorece el auge de la cultura de la autonomía. La clave en el proceso de individualización es la construcción de autonomía por parte de los actores sociales que, en el curso del proceso, se convierten en sujetos. Esto lo consiguen definiendo sus proyectos específicos de interacción con las instituciones de la sociedad, pero sin sumisión a las mismas.

Desde 2002 se está produciendo una nueva revolución sociotecnológica en internet: la irrupción de redes sociales donde ya están representadas todas las actividades humanas, que incluyen relaciones personales, negocios, trabajo, cultura, comunicación, movimientos sociales y política.

Las redes sociales son servicios de web que permiten a los individuos:

  • Crearse un perfil público o semipúblico dentro de un sistema delimitado.
  • Articular una lista de otros usuarios con los que se comparte conexión.
  • Ver y navegar en su lista de conexiones y las del resto de usuarios dentro del sistema.

En noviembre de 2007 las redes sociales superaron por primera vez al correo electrónico en horas de uso. En julio de 2009 ya tenían mayor número de usuarios que el correo electrónico. En septiembre de 2010 se alcanzaron los 1.000 millones de usuarios, la mitad de ellos en Facebook. En 2013 son casi el doble, sobre todo debido a su uso cada vez más extendido en China, India y América Latina.

Las redes sociales las construyen sus propios usuarios a partir de criterios específicos de grupo. Existe un espíritu emprendedor en el proceso de creación de sitios web, que después cada persona elige en virtud de sus intereses y proyectos particulares. Los propios miembros de las redes van configurándolas, aplicando diferentes niveles de perfil y privacidad. La clave del éxito no es el anonimato, sino más bien la auto presentación de una persona real que está conectada con personas reales.

Los individuos crean redes para estar con otros, y lo hacen sobre la base de los criterios que agrupan a las personas que ya conocen. La mayoría de usuarios visita la página a diario. Es una conectividad permanente.

Las redes de mayor tamaño suelen ser espacios sociales delimitados que gestiona una compañía. Sin embargo, si la compañía intenta impedir la libre comunicación, puede perder muchos usuarios, ya que en esta industria las barreras de acceso son mínimas. Un par de jovencitos dotados para las tecnologías pueden, con una mínima inversión, crear un sitio de internet y atraer a tránsfugas de otros espacios más restringidos, como sucedió con AOL y otros sitios en red de primera generación. Y esto mismo podría sucederle a Facebook o a cualquier otra red social si sucumben a la tentación de distorsionar las reglas del acceso abierto. De modo que las redes sociales son a menudo un negocio, pero uno basado en vender libertad, libre expresión, sociabilidad elegida. Cuando tratan de manipular esta promesa, se arriesgan a quedarse sin usuarios, que habrán migrado junto a sus amigos a un entorno virtual más amable.

Es la comunicación consciente y significativa lo que hace humanos a los seres humanos. Por eso cualquier transformación importante de la tecnología y la organización de la comunicación es de máxima relevancia para el cambio social. Durante las cuatro últimas décadas, con la aparición de internet y las comunicaciones inalámbricas, el proceso de comunicación para toda la sociedad se fue desplazando desde la comunicación de masas a la autocomunicación de masas. Ello significa pasar de un único mensaje enviado de uno a muchos con muy poca interactividad a un sistema basado en mensajes de muchos a muchos, multimodal, en el momento escogido y con interactividad total, en el que los emisores son receptores y los receptores, emisores.

La transformación de la comunicación de masas en auto comunicación de masas ha contribuido de forma decisiva a modificar el proceso del cambio social. Como las relaciones de poder siempre se han basado en el control de la comunicación y la información, que nutren las redes neuronales constitutivas de la mente humana, la proliferación de redes horizontales de comunicación ha generado un nuevo paisaje de cambio social y político, a través de un proceso de desintermediación de los controles gubernamentales y corporativos sobre las comunicaciones. Este es el poder de la red, por el que los actores sociales construyen sus propias redes según sus propios proyectos, valores e intereses.

En esta segunda década del siglo XXI, múltiples movimientos sociales de todo el mundo han hecho de internet su espacio de formación y de conectividad permanente, de unos con otros y con la sociedad en su conjunto. Estos movimientos sociales en red, formados en las redes sociales de internet, han actuado en el espacio urbano y en el institucional, induciendo un nuevo tipo de activismo que es el actor principal del cambio en la sociedad red.

El hecho es que la tecnología es cultura material (ideas incorporadas a un diseño) y que internet ha materializado la cultura de la libertad que, como se ha documentado, surgió en los campus de Estados Unidos en la década de 1960. La transformación de esta cultura en tecnología está en el origen de la nueva oleada de movimientos sociales que ilustra la profundidad del impacto global de internet en todas las esferas de la organización social y que afecta de modo particular a las relaciones de poder, el fundamento de las instituciones de la sociedad.

Conclusión

Internet, al igual que todas las tecnologías, no produce ningún efecto en sí mismo. Claro que tiene sus efectos específicos, al alterar la capacidad de los sistemas de comunicaciones, organizándolos alrededor de flujos que son interactivos, multimodales, asíncronos o sincrónicos, globales o locales y de muchos a muchos, de personas a personas, de personas a objetos, y de objetos a objetos, que dependen cada vez más de la red semántica.

Lo que queda claro es que sin internet nunca habríamos experimentado el enorme desarrollo de las conexiones en red como mecanismo fundamental de la estructuración y el cambio social en todos los aspectos de la vida en sociedad. Internet, la red mundial y una variedad creciente de redes que operan sobre plataformas inalámbricas constituyen la infraestructura tecnológica de la sociedad red, al igual que la red eléctrica y el motor fueron el soporte del modelo de organización social que conceptualizamos como sociedad industrial.

Referencias

ESRC (Consejo de investigación económica y social).

«Virtual Society: Papers and Reports». http://virtualsociety.sbs.ox.ac.uk/reports.htm

The World Internet Project

International Report. 4.ª ed. Los Ángeles: USC Annenberg School, Center for the Digital Future, 2012. http://www.worldinternetproject.net/_files/_Published/_oldis/770_2012wip

Evolución de internet. Alu.ua.es. Extraído el día 18 – Noviembre – 2011 de http://www.alu.ua.es/r/rac6/HInternet/origenes.html
Alonso Oliva, Juan Luis y otros. Internet y educación. Universidad de Castilla La Mancha. Extraído el día 28 – Noviembre – 2011 de http://www.uclm.es/profesorado/ricardo/webnntt/Bloque%202/Internet.htm#7

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